domingo, 1 de octubre de 2017

Bismarck y Garibaldi





Otto von Bismarck fue un estadista y político alemán, artífice de la unificación alemana y un a de las figuras clave de las relaciones internacionales durante la segunda mitad del siglo xix. 

Algo que me ha llamado mucho la atención es el hecho de que predijera la Primera Guerra Mundial cuarenta años antes de que esta sucediera. 
"Europa hoy es un barril de pólvora y sus líderes son como hombres fumando en un arsenal. Una simple chispa desatará una explosión que nos consumirá todos. No puedo decirles cuándo tendrá lugar la explosión, pero sí puedo decirles dónde: alguna maldita estupidez en los Balcanes la desatará."
Otto von Bismarck, 1878


Otro ejemplo es el reparto de condecoraciones sin ton ni son:
Se quejaban algunos militares  a Otto van Bismarck de la ligereza con la que se estaba concediendo la condecoración de la ‘Cruz de Hierro’ a cualquier persona, durante la guerra franco-prusiana de 1870. Entre ellos se encontraba un príncipe germano que era uno de los que más protestaban, a lo que el estadista se le acercó y le dijo:
«Excelencia, tendrán que ser condecorados aunque sólo sea por motivos decorativos o de protocolo. Piense que, después de todo, tanto usted como yo ya la tenemos»




Giuseppe Garibaldi fue un militar y político italiano. Junto con el rey de Cerdeña Víctor Manuel II, fue uno de los principales líderes y artífices de la Unificación de Italia.
Pocas personas saben que entre sus muchos méritos, también era que él había fundado en 1871 un Turín, a propuesta de la condesa inglesa Anne Winter, la “Real Sociedad para la Protección de los Animales“, luego transformado en ENPA (Agencia Nacional de Protección de los Animales), iniciativa con la que habia querido expresar  su afecto hacia los amigos “a gatas”.
Esta es también la razón por la que Garibaldi siempre tuvo un gran amor por su bella yegua blanca llamada Marsala en honor del Marqués Sebastian Giacalone Angileri, quien se lo dio a él en el momento del aterrizaje en la ciudad siciliana y que lo acompañó fielmente durante las expediciones militares 

La vida privada y sentimental Giuseppe Garibaldi no fue menos turbulenta que la política y militar: el gran general se casó tres veces, tenía varias amantes y bastante descendencia, ocho niñ@s.
De hecho, su segundo matrimonio duró sólo unas pocas horas, debido a una estafa de la que fue víctima el mismo Garibaldi.
En 1859, durante un descanso de la batalla, cerca de Varese, al general vió una joven que conducía un carro tirado por caballos e, intrigado, preguntó por la identidad de la chica. Su nombre era Giuseppina Raimondi,  en un corto período de tiempo entre el quincuagésimo General y la chica de diecisiete años de edad nació un apasionado amor, que resultó, en enero 1860, en boda.
Pero lo inesperado fue  que inmediatamente después de la celebración de la boda Garibaldi recibió una carta anónima informándole de que habian conspirado contra él: la novia tenia una relacion  con un oficial de caballería que por diversas razones no podía casarse, pero ella estaba embarazada. Por lo tanto, la boda con Garibaldi había sido sólo un torpe intento de ocultar el asunto, pasando el niño al hijo legítimo Giuseppe.



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