La muerte del zar Nicolás II
Los Románov se encontraban bajo custodia del Ejército Rojo en Ekaterimburgo, puesto que los bolcheviques inicialmente tenían intenciones de juzgarlos. La guerra civil continuaba y el Ejército Blanco amenazaba con tomar la ciudad, por lo que creció el miedo a que los Románov cayeran en manos de los blancos. Tal posibilidad constituía algo inaceptable por dos motivos: en primer lugar, el zar o cualquier miembro de su familia podían convertirse en un símbolo de la lucha blanca y recabar más apoyos para la misma; en segundo lugar, las naciones europeas podían considerar legítimos dirigentes de Rusia al zar o a cualquier otro miembro de su familia si el zar moría.
Hacia medianoche, Yákov Yurovski, ordenó al médico de los Románov, que los despertara y les ordenara vestirse con el pretexto de que se los iba a trasladar a un lugar más seguro ante el inminente caos que reinaría en Ekaterimburgo.Los Románov fueron llevados a un sótano. Unos minutos después llegó un escuadrón de ejecución de la policía secreta y Yurovski leyó en voz alta la orden que recibía del Comité Ejecutivo de los Urales:
Nicolás, de cara a su familia, se giró y dijo: «¿Qué?». Yurovski rápidamente repitió la orden y comenzaron entonces a disparar hasta que todos cayeron al suelo. Dispararon varias veces más y abrieron las puertas para disipar el humo.Hubo varios supervivientes, por lo que los remataron con su bayoneta. Las últimas en morir fueron Tatiana, Anastasia y María, que portaban en torno a 1,3 kg de diamantes cosidos en su ropa, lo que hasta cierto punto las protegió.
Conforme con los datos obtenidos por los empleados del Tribunal de Ekaterimburgo, la familia imperial rusa pudo haber sido suplantada por dobles. Según su versión, los Románov tenían siete familias de dobles.
En los años 90 fueron hallados en las afueras de Ekaterimburgo los restos de los Románov, sin embargo, la altura del esqueleto supuestamente perteneciente a la duquesa Anastasia (171 centímetros en vez de 158), hizo dudar a los investigadores. Además, a través de los análisis de ADN hechos en Alemania se comprobó que los huesos pertenecían a la hija de los Filátov —una de las familias dobles—.
La escasez de información sobre el fin de la familia real provocó la aparición de una ola de Anastasias.
Aparece en 1920 la primera candidata a gran duquesa. En Berlín, una mujer llamada Anna Anderson intentó quitarse la vida saltando del puente Bendler. Posteriormente, fue internada en el Hospital Psiquiátrico Elisabeth de Lützowstrasse, donde dos años después afirmó ser la gran duquesa Anastasia. La mujer declaró que sobrevivió el ataque bolchevique y fue escondida por un soldado, con el que posteriormente se casó. Lo más raro es que fue reconocida por algunos parientes y por la viuda del doctor Botkin, quien también fue asesinado por los bolcheviques en las afueras de Ekaterimburgo.
En total, existieron más de 30 impostoras de Anastasia. Algunas de ellas no hablaban ruso, explicando que lo olvidaron debido al estrés causado por el brutal asesinato de sus parientes. No obstante, ninguna de las candidatas logró pasar el examen creado por el Banco de Ginebra (Suiza).
Tras el hallazgo de los restos de la gran duquesa y su hermano, el zarévich Alexei, en 2007 fue confirmado que ninguna de las mujeres era Anastasia. Sin embargo, la posible supervivencia de la hija de los zares ha sido llevada en numerosas ocasiones a la literatura, el cine y la televisión
CURIOSIDADES:
- El asesinato de toda la familia del zar no se hizo pública hasta principios de los años 20. Hasta ese momento, se pensaba que el único fusilado había sido Nicolás II y que el resto de su familia había sido trasladado a la ciudad rusa de Perm.
- Poco antes de la fecha del asesinato, la emperatriz Alexandra a menudo escribía en su diario: "preparamos la medicina", haciendo referencia a que la familia imperial acopiaba y escondía diamantes y joyas bajo sus prendas por si llegaba el momento de huir.
- El Heredero Alexei tenia hemofilia un trastorno que en los principios del siglo XX era una sentencia de muerte
- Para que los disparos no se oyeran, mientras los zares eran asesinados no se silenció el motor de un camión que fue especialmente estacionado cerca de la casa.
RECOMIENDO QUE OS VEAIS EL DOCUMENTAL: THE EMPIRE OF THE TSARS (cuenta toda la historia de la familia Romanov y es muy interesante)
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